¿Por qué nos duele más quedar segundos que terceros?

Este fenómeno se debe básicamente a lo que en psicología social se conoce como "pensamiento contrafáctico". Este pensamiento se basa en buscar alternativas a hechos o circunstancias pasadas o presentes, es decir, plantearnos el "qué hubiera ocurrido si...". Esta simulación provoca frustración, indignación y dolor por la pérdida del "por poco"de algo importante.

¿Qué efecto tiene imaginar que las cosas podrían haber ocurrido de otra manera? La respuesta es, como muchas veces en psicología: depende. Unas veces logra mitigar la frustración o dolor, y otras consigue el efecto contrario.

El pensamiento contrafáctico puede adoptar dos formas: imaginar alternativas mejores a las actuales (al alza), o simular alternativas peores a las presentes (a la baja), por lo que esta estrategia puede producir sus costes o sus beneficios.

Estas dos variantes se han estudiado muy bien en investigaciones sobre la reacción de atletas olímpicos tras obtener su medalla de bronce o plata. Aunque parezca ilógico, los deportistas que obtienen la segunda posición se sienten peor que los que consiguen la tercera. Mediante el pensamiento contrafáctico: los atletas que consiguieron la medalla de plata, por un pensamiento contrafáctico al alza, se imaginan que podrían haber obtenido el oro, y sienten mayor frustración por haber estado "tan cerca". Por el contrario, los que consiguen el bronce suelen comparar sus resultados con otros menos favorables, imaginando lo que habría sido quedar en puestos inferiores y no obtener ninguna medalla, experimentando más sentimientos de satisfacción.



Por lo tanto, ese pensamiento contrafáctico se traduce en un "¿y si...?" que a veces puede hacernos sentir mejor (¿y si hubiera suspendido el examen?, menos mal que no lo he hecho) o peor (¿y si hubiera rascado el cinco?, joder, ahora me toca estudiar para la recuperación).

Fuente: Manual de Psicología Social de la UNED.

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