La atracción interpersonal: teorías generales

La atracción, en general, implica una evaluación positiva que una persona realiza sobre otras y el deseo de acercarse a ellas, una predisposición individual a evaluar a otra persona de forma positiva o negativa. Es decir, cuanto más positiva es esa evaluación, mayor será la atracción que experimentemos, y cuanto más negativa, menor. Por lo tanto, la atracción es una actitud con sus respectivos componentes cognitivos (atención, memoria, aprendizaje...), afectivos (emociones, sentimientos...) y conductuales (acciones), e incluso motivacionales (no es sólo una evaluación, sino también un deseo de iniciar un contacto con otra persona). Para aclarar, antes de nada: aquí hablaremos de relaciones entre personas, ya sean de amistad, de apego, de amor, de atracción, etc: cualquier tipo de relación o vínculo entre personas. Por lo tanto la atracción no implica necesariamente sentimientos de amor tal y como lo utilizamos en el lenguaje cotidiano.

Podemos englobar las teorías generales -en otras entradas trataré sobre teorías más específicas sobre la atracción interpersonal- en dos: las teorías del refuerzo y las teorías de la consistencia cognitiva.

Antes de nada, debo partir de la base de que las personas estamos fuertemente motivadas a formar y mantener un vínculo interpersonal, debido básicamente a presiones evolutivas, es decir, a los beneficios que ello ha supuesto para nuestra supervivencia a lo largo de nuestra historia como especie.

Según el modelo multidimensional de afiliación de Hill, las personas nos "afiliamos" -nos relacionamos- con otras personas por cuatro razones: 1) para obtener una estimulación positiva, ya que el contacto y la interacción suele ser placentero, 2) para recibir apoyo emocional y mitigar el miedo y el estrés, 3) para adquirir información sobre qué opinan y cómo se comportan los demás, reduciendo la incertidumbre y confusión, y sirviendo de guía para responder, especialmente en situaciones ambiguas y 4) para lograr la atención de otras personas, ya que deseamos recibir atención y aprobación de los demás, deseamos ser aceptados y valorados.

TEORÍAS DEL REFUERZO

Según estas teorías, las personas se sentirían más atraídas por quienes le proporcionen algún tipo de recompensa. Cuántas más recompensas y menos costes nos aporte una persona, más nos gustará -equiparando así esta teoría con un modelo económico de costes y beneficios-.

Entre estas teorías, podemos encontrar las más destacables:

La teoría del intercambio social y la teoría de la interdependencia

Según estas teorías, el modo en que las personas se sienten en sus relaciones dependen de a) sus percepciones sobre las recompensas y costes de la relación, b) del tipo de relaciones que creen que merecen o pueden obtener y c) de las oportunidades para tener una mejor relación con otra persona (comparación de otras alternativas presentes). Por lo tanto, el atractivo de una relación se basa también en sus experiencias personales pasadas y en la comparación con las de otras personas.

Por ejemplo, en términos de costes-beneficios, si las relaciones que mantenemos con x personas no son satisfactorias, preferiremos buscar otras alternativas o estar solos. Si los resultados de la evaluación no son mucho mejores que otras opciones que tengamos disponibles, no seremos muy dependientes de esa relación. Es decir, si mantenemos una relación con una persona pero los costes superan a los beneficios de ese vínculo y además tenemos otras alternativas mejores, abandonaremos esa relación.

La teoría de la equidad

Esta teoría aporta un elemento que no se contempla en ninguna de las anteriores teorías, y es el equidad. Las personas no sólo están interesadas en conseguir las mayores recompensas y los menores costes, sino que también les interesa la equidad en sus relaciones. Es decir, las personas somos más felices cuando mantenemos relaciones en las que las recompensas y costes que experimentamos y las contribuciones que hacemos a la relación son aproximadamente iguales a las recompensas, costes y contribuciones de la otra persona. Según esta teoría, si los miembros de una pareja obtienen más o menos beneficios que el otro miembro, estarían motivados a restaurar esa equidad (lo que viene siendo al reciprocidad en las relaciones interpersonales).



TEORÍAS DE LA CONSISTENCIA COGNITIVA

Según estas teorías, las personas están motivadas en mantener la coherencia entre sus actitudes y entre sus actitudes y sus conductas o acciones.

La teoría del equilibrio de Heider

Según esta teoría, cuando entre dos personas se establece una estructura cognitiva de equilibrio (ej: comparten opiniones, valores, creencias y actitudes), se produce entre ellas una relación agradable que conduce a que se sientan atraídos. Del mismo modo, si se produjese entre ellas una estrutura cognitiva de desequilibrio (ej: mantener opiniones o creencias incompatibles) experimentaríamos la relación con desagrado, lo que disminuiría la atracción.

Más adelante abordaré otras cuestiones, como los factores por que influyen en que nos sintamos atraídos por otras personas o la experiencia de sentirse rechazado.


Fuente: Manual de Psicología Social de la UNED.

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