Algunas de las formas en las que protegemos nuestra autoestima

A continuación, voy a hablar de los sesgos favorables al "yo". Para ello, debemos entender qué es un sesgo cognitivo en psicología: un sesgo es un efecto psicológico que produce una desviación en el procesamiento mental, lo que lleva a una distorsión o un "juicio inexacto" de algo. Por otro lado, el concepto de "atribución" alude a las explicaciones sobre el por qué de una acción o un suceso, básicas para la predicción y el control de nuestro entorno.

Hacer atribuciones sobre la conducta que favorezca la visión que la persona pueda tener de sí misma es un mecanismo que ayuda a mantener la autoestima. Por ello, tendemos a dar explicaciones causales de nuestros éxitos basándonos en características personales (atribuciones autoensalzadoras) y, sin embargo, atribuimos nuestros fracasos a causas externas, como la intervención de otras personas o la mala suerte (atribuciones autoprotectoras). (Como cuando pierde nuestro equipo de fútbol decimos "ha perdido x equipo" o cuando gana decimos "hemos ganado", o cuando suspendemos un examen atribuímos el suspenso al profesor (me ha suspendido) pero al aprobar, claramente ha sido gracias a nosotros (he aprobado).

Estas tendencias autofavorecedoras en las atribuciones se han explicado por factores cognitivos y motivacionales:
> El procesamiento de la información (factor cognitivo) es diferente cuando el resultado de una conducta lleva al éxito que al fracaso. Atribuirse la responsabilidad del éxito puede deberse a que la persona espera e intenta tener éxito cuando realiza una tarea, mientras que el fracaso se produce a pesar de sus deseos. Por eso, ante el éxito, se puede establecer una línea de causalidad entre sus objetivos, esfuerzo y logros obtenidos, mientras que en el fracaso no es así, y este siempre es ajeno a la voluntad. 
>En cuanto al factor motivacional, existen tres tipos de motivaciones que pueden originar esta tendencia: a) proteger o aumentar la autoestima, b) mantener la impresión de que se controla la situación -puesto que de mí dependen mis éxitos y de los fracasos no soy culpable- y c) causar una buena impresión ante los demás.

Otro sesgo de atribución relacionado con el yo se aprecia en la predisposición a hacer responsables a las víctimas de un suceso que les ha ocurrido, sobre todo si las circunstancias son graves (sesgo de atribución defensiva), ya que permite a la persona reducir la amenaza que supondría creer que las cosas pueden ocurrir sin el control de la persona afectada, y que podría sucedernos la misma desgracia -es decir, culpar a la víctima, pensar que se lo merecía, y que a mí eso no me va a pasar-.


Fuente: Manual de Psicología Social de la UNED

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